Cómo disfrutar de las redes sociales e internet y no perder tu única vida real en el intento. Parte I.

Está en boca de todos y no dejamos de ver vídeos ¿sorprendentes? Como el que hoy os presentamos, en el que un fulano o un mengano nos explica otra vez y nos planta en la cara una situación que ya todos hemos vivido en infinidad de ocasiones y que aunque somos conscientes que está sucediendo, no demostramos tener capacidad real para afrontar el problema y poner remedio cuando menos, un poco antes de que se convierta en crónico o irreversible. Vídeos que se reproducen sin cesar a través, precisamente, de redes sociales y blogs.

Las redes sociales de internet hicieron su aparición de la mano de Facebook con aquella historia que más o menos todos conocemos allá por el 2003 y su expansión y proliferación no ha cesado desde entonces. Existen asociadas a cientos de temáticas y no concibo que exista quién no encuentre alguna de ellas donde dar rienda suelta a sus conocimientos, pretensiones sociales o habilidades recreativas y profesionales.

Precisamente como profesionales del denominado Social Media, del posicionamiento y en definitiva como empresa dedicada al sector internet que somos, dedicamos muchas horas al día a estar “conectados” al mundo virtual pero sin embargo y a diferencia del dependiente de la pastelería de la esquina, que después de 8 horas al día elaborando y despachando pasteles es incapaz de salir a la calle y probar uno, nosotros terminamos nuestra jornada de “conexión” y seguimos dedicándole minutos al mundo irreal que -no- nos rodea.

No voy a engañar a nadie, esto no pretende ser otra alegoría más anti sistema del uso social impuesto de internet, en absoluto. Desde Bonnie&Click os invitamos a estudiar y comprender la morfología de estas redes sociales y de internet en general, porque mientras más conocimientos tengamos y como sucede con el 99% de las cosas, mejor uso haremos de ellas.

De modo que lo que pretendo aquí es iniciar una pequeña entrega del análisis de las redes sociales más importantes o conocidas, donde exponer brevemente que pueden aportarnos y que pueden robarnos a nuestras vidas.

Para despedir esta primera entrega, me quedo con una frase de este vídeo que centrada en Facebook y analizando todas esas entradas que desde los muros de nuestros “amigos” de la red nos llegan y ojeamos cada día, denomina a esa extraña necesidad de publicar todo lo que hacemos o vivimos en tiempo real como; “Desfile de vanidad”.